Los habitantes de El Palo son conocidos por su carácter abierto, amigable y solidario. La comunidad en este barrio es muy unida, y existe un fuerte sentido de pertenencia entre sus residentes. Muchas familias han vivido en El Palo durante generaciones, lo que ha ayudado a mantener vivas las tradiciones y costumbres locales.
La vida en El Palo gira en torno al mar y la pesca, una actividad que sigue siendo fundamental para muchos de sus habitantes. Sin embargo, en las últimas décadas, el barrio ha experimentado cambios significativos con la llegada de nuevos residentes y la diversificación de las actividades económicas. A pesar de estos cambios, El Palo ha sabido mantener su esencia y su identidad.
Las festividades locales, como la Feria de El Palo y las procesiones marítimas en honor a la Virgen del Carmen, son momentos importantes para la comunidad, donde se celebra y refuerza el sentido de pertenencia. Además, los chiringuitos y bares del barrio son lugares de encuentro donde los vecinos se reúnen para disfrutar de la gastronomía local y compartir historias.