Málaga y el corredor del hidrógeno: el mapa energético que está cambiando el Estrecho

Del turismo al poder energético: la Costa del Sol entra en el tablero geopolítico

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EVP

Published

October 19, 2025

Mientras la atención mundial se centra en los conflictos del Mar Rojo o el Ártico, el verdadero tablero de cambio para el sur de Europa podría estar mucho más cerca: en el Estrecho de Gibraltar.

El sur que despierta

Durante años, Málaga se contó a sí misma en tonos de postal: sol, turismo, cruceros, innovación amable. Sin embargo, en los despachos de Bruselas, Rabat y Madrid se está dibujando otro relato —uno en el que la ciudad ya no es sólo destino, sino enlace energético, punto de paso de una red invisible que conectará África y Europa mediante hidrógeno verde y electricidad limpia.

El llamado corredor energético euro-magrebí avanza a buen ritmo. Mientras que Marruecos produce energía solar y eólica, España construye las conexiones que la llevarán al norte a través de REE y Enagás. Y entre ambos extremos del Estrecho se convierte en un área imaginaria que sigue por Algeciras, Tarifa… y donde se incluye Málaga.

Una ciudad que se asoma al futuro

El puerto de Málaga que se ha acostumbrado al paso de cruceros y ferris se prepara ahora para otra revolución: la electrificación de muelles (OPS). Aunque a simple vista puede parecer un proyecto técnico, lo cierto es que detrás hay una declaración de intenciones básicas, tales como reducir emisiones, competir con puertos vecinos y atraer nuevas rutas marítimas “verdes”.

A ello se suma un dato menos visible, pero crucial: la colaboración entre la Universidad de Málaga, el Parque Tecnológico de Andalucía y empresas energéticas para desarrollar sistemas de control digital, trazabilidad y seguridad en el transporte de hidrógeno, amoniaco y metanol.

Si el siglo XX trajo el turismo de masas, el XXI trata de captar el turismo de megavatios.

El nuevo Mediterráneo

El Estrecho de Gibraltar, tradicional punto de fricción entre potencias, vive una mutación silenciosa. Los puertos compiten por convertirse en nodos de la transición energética: Tánger-Med crece como gigante africano; Algeciras refuerza su papel de hub logístico; y Málaga, sin ruido, construye su identidad como puerto verde del Mediterráneo occidental.

No es casual que Bruselas haya incluido a Andalucía en los mapas de los corredores europeos de hidrógeno (H2Med) ni que las inversiones del Banco Europeo de Inversiones miren cada vez más hacia el sur. El dinero sigue al flujo de energía, y la energía —por primera vez en mucho tiempo— pasa por aquí.

La cara B de la transición

Nada de esto está exento de riesgos. Los proyectos de almacenamiento de amoniaco plantean interrogantes sobre seguridad industrial, la escasez de agua para los electrolizadores puede convertirse en cuello de botella, y la dependencia de fondos europeos deja la agenda local a merced de calendarios ajenos.

Además, el discurso del “hidrógeno verde” puede volverse un espejismo dorado si no se acompaña de formación técnica, participación ciudadana y transparencia. La transición no debe ser otro negocio de unos pocos, sino una transformación compartida.

Lo que está en juego

Málaga tiene ante sí una oportunidad de ser algo más que una postal luminosa. Puede convertirse en el laboratorio ibérico de la transición energética, el lugar donde el turismo, la tecnología y la energía se dan la mano.

El reto no es menor, puesto que hay que hacerlo sin perder identidad, sin vender el territorio, y sin renunciar al equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad.

Porque, en el fondo, lo que se decide en los próximos años no es solo el futuro de un puerto, sino el papel de todo el sur de Europa en la gran reconfiguración energética del planeta.


Nota: se ha usado chatgpt con el fin de mejorar la compresibilidad y legibilidad del post.

Imágenes:

  • Puerto: www.puertomalaga.com: https://www.puertomalaga.com/wp-content/uploads/2021/03/g6c1867.jpg” |

  • Estrecho: www.twin-loc.fr from Bordeaux, France, CC BY 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by/2.0\, via Wikimedia Commons”